Cuenta corriente: tipo de cuenta bancaria que permite a sus clientes realizar toda la operativa necesaria para gestionar su día a día a nivel económico.
Cuenta de ahorro: cuenta en la que despositar el saldo de dinero excedente, aquel que dedicamos al ahorro para que, mientras no llegue el momento en el que necesitamos ese dinero, nos ofrezca una mayor rentabilidad.
Tarjeta de crédito: tarjeta que permite realizar pagos y obtener dinero, hasta el límite fijado previamente en función de la solvencia que la entidad emisora reconoce a su titular, sin necesidad de tener fondos en la cuenta bancaria en ese momento.
Tarjeta de débito: tarjeta que permite realizar pagos y obtener dinero en el cajero, pero siempre con el límite del dinero disponible en la cuenta corriente o libreta de ahorro asociada.
Tarjetas revolving: es una modalidad de tarjeta de crédito pero en este caso el pago aplazado se realiza a través de una cuota mensual fija.
Tarjetas prepago: tarjeta que permiten realizar pagos con el límite del dinero ingresado previamente.
Banca online: servicio prestado por las entidades financieras que tiene como misión permitir a sus clientes realizar operaciones con sus productos de forma autónoma y rápida a través de Internet.
Depósito a plazo: imposiciones de dinero hasta el momento del vencimiento (que puede ser a corto o largo plazo), que será cuando el cliente recupera el dinero junto con los intereses pactados.
Valores de renta fija: productos que proporcionan una rentabilidad establecida de antemano en un plazo determinado. Si bien los depósitos son de renta fija, cuando hablamos de renta fija se suele hablar de letras, bonos u obligaciones.
Valores de renta variable: productos cuya rentabilidad no está asegurada, existe la posibilidad de obtener un beneficio elevado, pero también de perder todo lo invertido; dependerá de la evolución de la empresa.
Acción: parte alícuota del capital de una sociedad anónima.
Dividendo: parte de los beneficios que la empresa entrega a sus accionistas en concepto de retribución.
Seguro: contrato mediante el cual una compañía aseguradora, a cambio de una prima, indemniza total o parcialmente al contratante o a un tercero, en caso de que se produzca la contingencia o siniestro objeto de la póliza.
Póliza: documento donde figuran las condiciones del contrato.
Prima: es el precio del seguro.
Asegurador: la compañía de seguros que ofrece un contrato de seguro.
Asegurado: es la persona expuesta al riesgo previsto en el seguro. Dicho riesgo puede recaer sobre la propia persona, sobre sus bienes o su patrimonio.
Seguro de hogar: cubre los daños materiales en el hogar, como desperfectos causados por un incendio, agua, etc.
Seguro de vehículos a motor: cubre los daños causados por el conductor a terceros.
Seguro de Responsabilidad Civil: seguro que cubre los daños y perjuicios causados a terceros.
Seguro de vida: en caso del fallecimiento del asegurado, se pagará al beneficiario la cantidad pactada.
Seguro de accidentes: indemnización por accidentes que ocasione muerte o invalidez.
Seguro de enfermedad: cubre los gastos de asitencia médica y farmacéutica en caso de enfermedad.
Seguro de decesos: cubre los gastos de servicios funerarios.
Sopa de letras y crucigrama
(Solución)
Tema 5 – El sistema financiero. Productos de inversion. El contrato de seguro
5.1. El sistema financiero
5.1. El sistema financiero
5.2. Productos financieros.
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