Lucía el sol en un pequeño pueblo marinero donde todos los habitantes estaban endeudados. Un turista se fija en un cartel que indica “SE ALQUILA” en un apartamento que da al puerto del pueblo y, pensando que puede ser un buen destino para el próximo verano, se interesa por el mismo. El arrendador es un hombre que tiene un bar en la planta baja del edificio, al que se dirige el
turista diciendo:
- Buenos días, estaba interesado en alquilar el apartamento para el mes de agosto, ¿está libre?
El arrrendador del apartamento le responde: -Sí, de momento está libre en los meses de julio y agosto, ahora mismo lo tengo alquilado a un mecánico pero lo dejará justo en el mes de junio.
-¿A cuánto asciende el importe del alquiler?
- 2 000 euros por el mes de agosto.
-¿Me lo podría reservar?
-Como hay varias personas interesadas, si quiere que se lo reserve, tendrá que entregarme 500 euros.