jueves, 22 de agosto de 2013

El economista naturalista ... dinamiza las clases de economía


“Cuando comencé a impartir cursos introductorios de economía, un colega más experimentado me aconsejó que iniciase las clases con una ocurrencia divertida. Según él, eso hace que los estudiantes empiecen de buen humor y estén más receptivos el resto de la clase. No seguí su consejo. No es que me pareciese que él no tenía razón. Más bien, pensé que iba a ser muy difícil que se me ocurriese cada vez un chiste relevante y que contar uno irrelevante era demasiada complacencia.”




Así comienza su libro “El economista naturalista” Robert Frank. Las clases más interesantes de economía no suceden en el aula sino en la vida real: en el cine, en nuestra casa, en el coche o en la calle.

Un libro muy interesante, en la línea de “Freakonomics”, “Superfreakonomics”, “El economista camuflado” o “La lógica oculta de la vida”, que nos plantea cuestiones de la vida cotidiana desde el punto de vista económico, cuestiones basadas en su experiencia como docente y planteadas por sus propios alumnos como consecuencia de breves trabajos propuestos a éstos.

Su planteamiento es el siguiente: se trata de que el alumno ... 


“utilice un principio o varios de los que se habían estudiado en el curso para plantear y responder a una pregunta interesante sobre algún hecho o comportamiento frecuente que haya observado personalmente”

“El número máximo de palabras (escribí) es 500. Hay muchos trabajos excelentes que son bastante más breves. Por favor, no recargue su ensayo de terminologíaa abstrusa. Imagine que está hablando con un familiar que nunca ha estudiado economía. Los mejores trabajos son los que puede entender un lego y, normalmente, en esos trabajos no hay operaciones matemáticas ni gráficas”.

“Siempre digo a mis estudiantes que sus respuestas a las preguntas deben verse como hipótesis inteligentes susceptibles de mejora y comprobación. No tienen que ser definitivas … en otros casos, es seguro que habrá respuestas mejores o más completas. Por eso es conveniente leer las respuestas a las preguntas con actitud crítica.”

Las cuestiones que plantea son muchas, como:

¿Por qué se enciende una luz cuando abrimos el frigorífico, pero no cuando abrimos el congelador?

¿Por qué los ordenadores portátiles funcionan con la red eléctrica de cualquier país y, en general, los demás aparatos no?

¿Por qué las tiendas que abren las veinticuatro horas del día (365 días al año) tienen cerraduras en las puertas?

¿Por qué los estuches de DVD son mucho más grandes que los de CD, a pesar de que los dos tipos de disco tienen el mismo tamaño?

¿Por qué la ropa de mujer se abrocha siempre por la izquierda y la de hombre por la derecha?

¿Por qué muchos bares cobran el agua a sus clientes, pero les regalan los cacahuetes?

¿Por qué muchos fabricantes de ordenadores regalan programas cuyo valor en el mercado supera el precio del aparato?

¿Por qué son más baratas las fotografías en color que las fotografías en blanco y negro?

¿Por qué las modelos ganan mucho más que los modelos?

¿Por qué en los restaurantes de cinco tenedores cobran más lso camareros que los ayudantes del jefe de cocina?

¿Por qué los taxistas terminan antes la jornada los días de lluvia?

¿Por qué es ahora más habitual recurrir a un mecánico en lugar de cambiar uno mismo una rueda pinchada?

¿Por qué son exorbitantes los precios de los minibares en los hoteles?

¿Por qué es más caro hacer una transferencia bancaria que enviar dinero por correo en un cheque?

¿Por qué las tiendas exponen artículos navideños en septiembre?

¿Por qué se comen “demasiado pronto” las cerezas de los cerezos que hay en los parques públicos?

¿Por qué la costumbre de dividir en partes iguales la cuenta hace que la gente gaste más en los restaurantes?

¿Por qué los coches seminuevos cuestan mucho menos que los nuevos?

¿Por qué los motores de los coches son mucho más pequeños en Europa que en Estados Unidos?



Y otras muchas, donde lo importante es reflexionar y practicar conceptos de economía, no tanto la búsqueda de la respuesta perfecta y exacta. Conceptos como el coste de oportunidad, el principio coste-beneficio, la oferta y la demanda, y otros.

Me parece una herramienta muy interesante para dinamizar la práctica en el aula y espero poder aplicarla en el próximo curso. Ya os comentaré.

4 comentarios:

  1. Demasiado previsible y neoliberal. Yo usaría otros libros para mis clases. Es más de lo mismo.

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    1. Utilizo varios libros en mis clases. Cada uno tiene su interés, en este caso me ha parecido interesante la propuesta para plantear a los alumnos, cuestiones que se plantearán y ellos mismos responderán. Nada más que eso.

      Si deseas ver otros libros, o ejemplos de otros libros que comento en clase, consulta la etiqueta Libros o haz clic en "Más libros recomendados aquí" al final del artículo. Además de esos utilizo muchos más, como no podría ser de otra manera.

      Consulta estos libros para tener diferentes opciones y planteamientos

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  2. Pues a mi me gusta, me parece muy buena la idea que planteas.

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