“El BCE ante el dilema: frenar la inflación o evitar la recesión”
Bruselas. La economía europea se encuentra en una encrucijada. El índice de precios al consumo ha superado el 3,6% interanual, lejos del objetivo del 2% que el Banco Central Europeo considera saludable. Sin embargo, varios países de la eurozona han comenzado a registrar señales de recesión: caída del consumo, descenso de la inversión y aumento del desempleo.
En este contexto, el BCE ha optado por una combinación de medidas para frenar el aumento de precios, aun siendo consciente del riesgo que suponen para la actividad económica. En primer lugar, ha elevado el tipo de interés oficial en medio punto, encareciendo el crédito tanto para familias como para empresas. Además, ha reducido el volumen de préstamos a bajo interés al sector bancario, obligando a las entidades financieras a ser más selectivas en la concesión de créditos.