jueves, 11 de enero de 2024

¿Cómo financiar un proyecto social? 12 alternativas para financiar tu proyecto, sea o no social

A la hora de emprender un proyecto siempre es necesario disponer de un mínimo de recursos para afrontar las primeras inversiones antes de la puesta en marcha del mismo.

Muchos de los programas educativos que intentar fomentar el emprendimiento proponen determinados retos consistentes en solucionar algún problema relacionado con los ODS. Como consecuencia de ello no es raro que surjan proyectos sociales. Independientemente que nuestro proyecto sea o no social, podemos encontrarnos con las siguientes fuentes de financiación para iniciar la actividad empresarial.

1. Subvenciones de organizaciones y fundaciones: muchas organizaciones y fundaciones tienen un enfoque específico en áreas como la educación, la salud, el medio ambiente o la igualdad de género.

2. Financiamiento colectivo o Crowdfunding: a través de una plataforma, puedes presentar tu proyecto y solicitar contribuciones económicas de una amplia audiencia.

3. Iniciativas de patrocinio corporativo: muchas empresas tienen programas de responsabilidad social corporativa (RSC o RSE).

4. Programas de financiación pública: Los gobiernos suelen tener programas y fondos destinados a respaldar iniciativas que aborden problemas sociales.

5. Eventos de recaudación de fondos: eventos como subastas, cenas benéfincas, conciertos o carreras solidarias.

6. Pedir un préstamo a un banco.

7. Business Angels: son inversores privados, personas físicas con capacidad de inversión y que poseen conocimientos sobre el mundo empresarial, que impulsan el desarrollo de proyectos empresariales con alto potencial de crecimiento, aportando capital y valor añadido en sus primeras etapas de vida.

8. Aceleradoras e incubadoras de “startups”: las aceleradoras están destinadas a acelerar el desarrollo y crecimiento de “startups” en etapas avanzadas mientras que las incubadoras apoyan a estas “startups” en su momento fundacional.

9. Bootstrapping: financiación de proyectos a través de los ahorros propios de los fundadores y de ingresos generados de la facturación, sin depender de financiación externa como inversores o préstamos.

10. Bartering: el intercambio de servicio o “bartering” supone llegar a acuerdos comerciales con otras empresas, a través de la obtención de un beneficio sin intercambio monetario. Aunque no es un sistema de financiación directo, ayuda a reducir costes fijos y puede suponer un ahorro que puede ser empleado en cubrir otras necesidades.

11. Presentar el proyecto a un concurso: hay numerosos concursos a los que se pueden presentar proyectos.

12. Friends, Family and fools (familia, amigos y “tontos o locos”): con frecuencia los proyectos en sus fases iniciales tienden a financiarse mediante préstamos o donaciones muy cercanas, como los padres y el resto de los familiares, los amigos cercanos e incluso personas algo más periféricas que confían en la idea original, como conocidos o amigos de amigos que han escuchado algo sobre el proyecto.


En los siguientes artículos podéis consultar con más detalle algunas de las anteriores fuentes de financiación:

¿Cómo financiar proyectos sociales? MicroBank

Descubre las once maneras de financiar un proyecto BBVA

¿Cómo se financia una ONG? Acción contra el hambre

Cómo financiar tu empresa social: fondos propios, crowdfunding y otras fórmulas útiles Caixabank

Cómo obtener financiación para emprender un negocio El País


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