Para ello nos van presentando estudios y análisis de las diferentes lecciones de la historia: el New Deal, la Terapia de Choque en Rusia y los programas del FMI durante la crisis asiática.
La austeridad de Grecia, España e Italia frente a las medidas de estímulo en Suecia, Islandia y Dinamarca.
El doctor Kostas Syrigos, jefe de oncología del Hospital General de Sotiria, en el centro de Atenas, nos contó el caso de una paciente que sufría el peor caso de cáncer de pecho que había visto jamás. Debido a las reformas sanitarias de la troika, llevaba un año sin poder obtener atención médica. Cuando llegó a la clínica clandestina (constituida por médicos que utilizaban medicamentos y suministros donados para atender a pacientes que ya no estaban protegidos por el sistema de atención sanitaria griego), el tumor había atravesado la piel y había comenzado a supurar sobre su ropa, La paciente padecía unos dolores atroces y se secaba la herida ulcerosa con servilletas de papel. “Cuando la vimos nos quedamos sin habla”, dijo el doctor Syrigos al periodista. “Todos nos echamos a llorar. Ese tipo de cosas aparecen en los libros de texto, pero nunca las habíamos visto porque hasta ahora, en este país, cualquier persona enferma siempre había podido recibir ayuda”.
Y mucho más ...
La reseña de su editorial en España (Taurus):
Este es el primer libro que afronta el debate político y económico sobre la crisis desde una nueva y muy necesaria perspectiva: su coste humano. La recesión global ha tenido un impacto brutal sobre la riqueza de los países pero todavía ignoramos cómo afecta a un tema esencial: el bienestar físico y mental de sus ciudadanos.
¿Por qué al enfrentarse a crisis similares la salud en algunas naciones (como Grecia) se ha deteriorado gravemente mientras en otras (como Islandia) ha llegado a mejorar? Tras una década de investigaciones, David Stuckler y Sanjay Basu nos demuestran que incluso ante las peores catástrofes económicas los efectos negativos en la salud pública no son inevitables. Es la mala gestión de los gobiernos la que puede conducir a un desastroso saldo de tragedias humanas.
Por qué la austeridad mata presenta una conclusión demoledora: los recortes son seriamente perjudiciales para su salud. Son las recetas de austeridad las que agravan fatalmente las consecuencias de las crisis, mutilando programas sociales clave justo en el momento en el que más se necesitan, empeorando el desempleo y obstaculizando la recuperación.
Este libro defiende que las decisiones económicas no son únicamente una cuestión de ideologías, de tasas de crecimiento y de déficits presupuestarios, sino también una cuestión de vida o muerte. Solo un sistema más justo e igualitario, acompañado de políticas inteligentes que refuercen las redes públicas de protección, garantizará el bienestar de nuestras sociedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario